Un Ritual para el Solsticio de Invierno

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LA MAGIA DEL SOLSTICIO DE INVIERNO

Vivimos en un mundo mágico. La magia nos rodea, nos envuelve, nos besa y nos acaricia, aún cuando no creamos en ella. Reconocer, sin embargo, la magia en la vida y reconocernos como hacedoras de magia, infundirá de mayor sentido a todo acto ritual que hagamos. Para ello, necesitamos adentrarnos en el lenguaje simbólico, dejar de lado la razón y abrirnos a llenar de alma y corazón el momento.

El solsticio de invierno nos invita a adentrarnos en la oscuridad del mundo y en ella, reconocer, adentrarnos y abrazar nuestra propia oscuridad. El día con más horas de oscuridad del año nos abre las puertas hacia lo desconocido que hay en nosotras, a tomar contacto y nombrar lo que nunca ha sido nombrado, conectar y reconocer lo que ha quedado inconcluso en nuestras vidas, mirar y abrazar aquellas partes de nosotras que nos resultan menos queridas, convocar y sentir aquellas partes de nuestra vida que sentimos como una carga y que, sin embargo, nutrimos y sostenemos con nuestra sagrada energía.

Este es un ritual para conectar con esta oscuridad y sentarnos (literalmente) a contemplarla y, en la quietud de la contemplación, reconocerla, darle espacio y expresión y dejarnos abrazar por ella a la vez que la abrazamos con ternura y compasión.

Este es un ritual para bailar (literalmente) con nuestras sombras. Para permitirnos el silencio necesario y el momento adecuado para dejar caer estas preguntas, como dulces gotas en un mar en calma:

¿Qué es lo que necesito/anhelo soltar en mi vida?

¿Qué patrones/hábitos/reacciones, anhelo transformar?

¿Cuál es el punto de oscuridad en mi que hoy reconozco y sobre el cual deseo arrojar luz?

¿Qué es lo que necesito que muera en mi para dar lugar a algo nuevo y lleno de vida?

PARA ESTE RITUAL NECESITARÁS:

· Un espacio donde poder estar en tranquilidad y completamente a oscuras.
· Una vela blanca (las de té son perfectas).
· Un chal negro y si lo deseas ropa de colores oscuros.
· Un trozo de arcilla o papel y colores para pintar.
· Música: puedes utilizar tu música favorita o utilizar la que hemos preparado para este ritual. Tienes una lista para el primer momento aquí y otra lista para bailar con tus sombras aquí.

CUÁNDO REALIZAR EL RITUAL:

Si es posible, comienza con los preparativos del ritual unos 30/45 minutos antes de la puesta del sol (puedes consultar la hora de la puesta del sol en tu localidad, aquí).

Si no es posible para ti realizarlo en el horario de la caída del sol, puedes hacerlo en cualquier otro momento. Tan sólo procura que no haya luz artificial encendida e incluso, si es de día, cierra persianas o cortinas.

PREPARA TU ESPACIO:

Con amor y dedicación, prepara el lugar donde vas a llevar a cabo el ritual. Puedes estar en silencio o acompañarte por una música tranquila y que te permita ir adentrándote en el espacio y tiempo del ritual. También puedes escoger alguno de los temas que hemos seleccionado para este ritual en esta lista.

Acondiciona el espacio con una esterilla, cojines y mantas, para poder sentarte con comodidad y deja un espacio libre donde poder moverte para el momento de danzar con tus sombras. Escoge la música que te acompañará en esta danza (tienes una lista también aquí).

Deja a mano la vela, los fósforos, la arcilla o el papel y los colores y el vaso de agua. Si deseas crear un altar, ¡adelante!. Si ya lo tienes, es seguro que realizarás este ritual delante de él. Puedes entonces dejar la vela preparada para encenderla en su sitio habitual.

Si aún es de día, procura bajar persianas o cerrar cortinas para que puedas estar en oscuridad.

TU PREPARACIÓN:

A la hora escogida, cubre tus hombros y tu cabeza (si lo deseas) con tu chal. Impregna este acto sencillo y cotidiano de toda la magia y simbolismo que te sea posible: te estás preparando para fundirte con la oscuridad del solsticio. Tu vestimenta representa tu reconocimiento a tu propia oscuridad, tu capacidad de fusionarte con las energías del invierno y la noche y la sabiduría de la que eres portadora desde el principio de los tiempos.

El RITUAL:

Siéntate confortablemente (puedes utilizar una silla si lo prefieres) y cierra los ojos.

Respira con tranquilidad y si lo necesitas, exhala con suspiros, bostezos o un largo «aaaaaaaaaaaaaaaaaa», para aflojar tensiones, disolver el movimiento interno de los acontecimientos del día, soltar cansancio, tensión, expectativas, pensamientos.

Coloca la palma de tu mano izquierda sobre el centro del pecho y sobre ésta, la mano derecha. Conecta con tu corazón, siente sus latidos, el calor que habita en en él y en tus manos (si tus manos están frías, frótalas antes). Sonríe a tu corazón, despierta tu sonrisa interior y alumbra con ella el templo que es tu cuerpo durante todo el tiempo que dure el ritual.

Cuando te sientas preparada, abre los ojos sólo un poco, lo suficiente como para que puedas llevar la mirada hacia la punta de tu nariz y para que puedas percibir cómo poco a poco el atardecer va dando paso al anochecer. Permanece con este gesto hasta que la oscuridad haya inundando por completo tu estancia (si el alumbrado público entra por tus ventanas, procura comenzar con las persianas cerradas). Medita en las preguntas que formulamos más arriba: ¿Qué es lo que necesito/anhelo soltar en mi vida?. ¿Qué patrones/hábitos/reacciones, anhelo transformar?. ¿Cuál es el punto de oscuridad en mi que hoy reconozco y sobre el cual deseo arrojar luz?. ¿Qué es lo que necesito que muera en mi para dar lugar a algo nuevo y lleno de vida?.

Ahora, abre los ojos y contempla la oscuridad. Respira con calma y presencia. Si surge miedo, aprensión o cualquier sentimiento que sientas inquietante, vuelve a cerrar los ojos, conecta con tu sonrisa interior y observa tu respiración. Toma en cuenta estos sentimientos como mensajeros de tu propia oscuridad, ¿qué te están mostrando/enseñando/señalando?

Respira profundamente y recuerda estas palabras:

La oscuridad sólo es ausencia de luz
y basta una minúscula chispa de luz
para transformar toda oscuridad en luminosidad.

Sonríe al invierno que ha llegado, a las sombras, a la oscuridad del mundo y a tu propia oscuridad y volviendo a repetir interiormente o en voz alta el párrafo anterior, enciende tu vela.

Con la mirada suave, contempla ahora la llama de la vela. Observa cómo va llenando de luz tu estancia. Sonríe. Basta una minúscula chispa de luz para transformar la oscuridad en luminosidad y el solsticio nos señala el momento de mayor oscuridad, a partir de hoy, nuestros días se irán llenando más y más de luz.

Ahora, dibuja o moldea con la arcilla aquello que deseas soltar, sobre lo cual deseas arrojar luz o aquello que deseas dejar morir para dar paso a algo nuevo y lleno de vida. Vuelve una y otra vez a conectar con la sonrisa en tu corazón que alumbra el espacio interno del templo que es tu cuerpo.

Cuando hayas terminado, ponte de pie y observa tu propia sombre en el espacio donde te encuentras y pon la música escogida y ¡danza!. Baila con tus sombras, abrázalas, hazles espacio, contémplalas, agradéceles que estén allí para mostrarte hacia dónde guiar la luz del sol y la luz de tu corazón. Sonríe, ¡disfruta de este momento! Y si el momento trae lágrimas o cualquier otra expresión que surja con profundidad desde el interior de tu ser,dales la bienvenida y déjalas fluir.

Cuando lo sientas, túmbate un momento si lo deseas o vuelve a ocupar tu espacio sentada frente a la luz de la vela. Toma el vaso de agua entre ambas manos y llévalo hacia la luz. Observa la transparencia y luminosidad del agua. Siente toda la pureza de la luz impregnando cada molécula presente en tu vaso de agua. Sonríe con gratitud por todo aquello que sientes hay luminoso en tu vida, por la luz de sol y la luna, por la luz de tu alma y por las luces de los corazones de las personas que te rodean. Cierra los ojos y bebe tu vaso de agua, notando cómo la luz, transparencia y pureza de sus moléculas se va fundiendo con todas y cada célula de tu cuerpo. Eres luz.

FINALIZACIÓN:

Vuelve a contemplar tu dibujo o pieza moldeada. ¿Estás preparada para soltar aquello que el dibujo o pieza representa?. Si sientes que lo estás, puedes enterrar tu creación directamente en la tierra o en una maceta. Si es un dibujo, y si lo prefieres, puedes quemarlo o pintar sobre lo pintado y transformarlo en algo nuevo. Si es una pieza de arcilla, puedes darle nuevamente forma con tus manos y transformarla en algo nuevo y diferente. Déjate guiar por tu intuición y sea cual sea la manera en que elijas despedirte de tu creación, pon toda tu intención en ese acto. Recuerda qué es realmente lo que estás dejando ir.
Si contemplando tu creación no te sientes aún preparada para soltar aquello que representa, puedes entonces dejar tu creación en tu altar o crear un espacio especial en tu hogar donde, cada día, puedes encender una vela y tomarte unos minutos para entrar en tu espacio interno y volver a tomar contacto con aquello que deseas soltar o transformar. Hazlo así durante 40 días y el 30 de enero, vuelve a realizar el ritual para enterrar, quemar o transformar tu creación.

Y recuerda, hoy y siempre que la oscuridad es tan sólo ausencia de luz y que basta una minúscula chispa de luz para transformar toda oscuridad en luminosidad.

Feliz solsticio. Feliz danza con las sombras. Que la luz del sol llene tu corazón y puedas con ella alumbrar el mundo.

Música para la primera parte de Jane Winther, en esta lista de Spotify.

Música para bailar con tus sombras de Gabrielle Roth & The Mirrors, aquí.

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