☽◯☾
Cada año en el festival sentimos que somos tejedoras de historias, y que elegimos con cuidado y amor los hilos del telar que entre todas tejemos en cada encuentro.
Y si esto es así en cada edición, este año sentimos que la historia que estamos a punto de tejer adquiere una magnitud que nunca antes hemos sentido.
Como si la historia que hemos ido tejiendo edición tras edición, hubieran sido capítulos de una historia mítica y estuviéramos en este momento a punto de llegar a un momento cumbre, un momento de clímax épico.
Un momento donde la heroína, tras un profundo proceso iniciático durante el que asistió a la caída del mundo tal y como lo conocía hasta ese momento, experimentando el miedo más profundo hacia la muerte, la incertidumbre, el vacío y el cambio, reconoce que todo lo que cae a su alrededor no es más que un escenario que le hace de espejo.
Y asume la soberanía de su propia vida para deshacerse de todo aquello que le impide brillar con luz propia, para soltar todo aquello que la aparta de su esencia, para duelar por las miles de mujeres que ha elegido ser hasta ahora y toma la decisión de dar paso a la auténtica mujer que ha venido a encarnar.
Entonces, toma su vara de poder y se levanta. Se yergue sobre las ruinas de lo que ha conocido hasta ahora, se pone de pie sobre todo aquello que llamaba realidad; rasga los velos, traspasa la ilusión de lo manifiesto y abre el ojo de su visión interior para mirar más allá de lo visible.
Entonces, decide parirse a sí misma. Libre, auténtica, soberana.
Y así, sabiéndose dueña de su vida, poderosa por el solo hecho de ser hija del Sol y sabia por solo hecho de ser hija de la Luna, le llega un llamado.
El llamado suena como el canto de una caracola, pero viene de su propio corazón.
El llamado repica como un tambor, pero viene de lo profundo de su cuerpo.
El llamado ilumina como el fuego en la noche, pero viene de la luz de su propio espíritu.
Nuestra heroína, decide responder a ese llamado y sabe que está a punto de emprender un viaje de retorno.
Para encontrarase con su clan, con su tribu.
Para reunirse con otras mujeres, heroínas de su propia historia y tejedoras de historias colectivas.
Mujeres que supieron en su momento saberse mujeres alumbrando un mundo nuevo y que se saben ahora guardianas del fuego de las mujeres, y guardianas del fuego de la humanidad.
Sabe que vuelve a casa.
A un lugar donde la Tierra es amable, generosa y sensual.
A un lugar donde puede ser ella misma, brillar con toda su luz y expandir su luminosidad.
Retorna a la mananda. Al círculo de iguales.
Al hogar donde puede ser mujer mamífera y mujer espíritu.
Al hogar donde puede descansar y disfrutar de todos los tesoros que guarda en su cuerpo y en su corazón.
Al hogar donde puede abrir los brazos y recibir los tesoros de cientos de cuerpos y de cientos de corazones.
Al hogar que es firmamento y cielo.
Al hogar que es tierra y lunas.
Al hogar que es Tierra de Lunas.
☽◯☾