Bienvenida a casa
somos Cristina y Maga
cofundadoras de Tierra de Lunas y de Ágora, y desde 2016 sostenemos la visión de reunir a las mujeres.
Ágora es el hogar virtual de Tierra de Lunas.
Una comunidad en la que te acompañamos en tu crecimiento y transformación personal, poniéndote en contacto con mujeres sabias y poderosas, como tú.
Sabemos que a veces el camino del crecimiento personal puede parecer un laberinto. Ágora se manifiesta como el ovillo de hilo ( de Arianna) que te acompaña y guía para encontrar tu propio camino de salida y así llegar al destino que buscas: tú misma.
Un hogar virtual en el que puedes descansar
y dejarte sostener, sabiéndote guiada y acompañada por otras mujeres.
Nuestra visión
era -y sigue siendo- poder ofrecer, en un solo lugar, la sabiduría, la medicina y la inspiración que otras mujeres han ido destilando en su propio camino de crecimiento para acompañarte despertar y entrenar tu propia maestría.
Nuestro pilar
Sabemos que esta es una fuerza que tiene el poder de restaurar la armonía y afianzarnos en la convicción de que un mundo nuevo ya es posible.
Y que lo estamos alumbrando juntas.
movimiento individual, transformación colectiva
Ágora es una comunidad de mujeres que, como tú, busca crecer y transformarse en lo individual y hacer eco de ello en lo colectivo.
Si con Tierra de Lunas la visión de reunir a las mujeres era clara y cristalina, con Ágora esta visión traspasa todas las fronteras, cruza mares y océanos, escala montañas y adquiere la mirada conjunta del águila y del cóndor.
Tras cuatro años reuniendo a las mujeres, 2020 nos dio la oportunidad de hacer una pausa para sentir y escuchar: desde el inicio de nuestro recorrido, una voz nos pedía crear un hogar que diera continuidad a lo que los encuentros anuales abrían en cada una de las mujeres que allí nos encontrábamos.
Así nace ágora
Un lugar de encuentro y de conexión con la sabiduría antigua y con la nueva.
Un lugar para encontrar guía, acompañamiento y recursos.
Un lugar para recordar y actualizarnos.

Cristina Font
Mi camino de vida siempre ha tenido un mismo punto de referencia. A lo largo de los años se ha transformado y ha evolucionado, pero su esencia se ha mantenido:
ir al encuentro de quién realmente soy, surcar los caminos de la vida para ir a lo profundo, a lo verdadero, y ser acompañante y guía para quién necesite soltar sus condicionantes y ser libre.
Primero a través del arte, más tarde ofreciendo sanación desde las terapias y la herboristería que regenté unos años, me dediqué a sanar. Después de una crisis personal, me di cuenta que la mejor manera de cuidar la vida es prevenir la enfermedad ofreciendo consciencia y salud.
Viajé por el mundo y descubrí mi pasión: la danza, el yoga y la respiración.
Las tres herramientas han sido mi manera de crecer, de decodificarme para aprender el camino hacia la unidad y así poder aportar al mundo.
Poco a poco este despertar forjó mi primer proyecto: Shakti Essencial, una vía bella y profunda de auto-conocimiento a través del Shakti Dance®, la feminidad sagrada y los aceites esenciales.
Fruto de esta investigación con mi linaje y con el arte de ser mujer, nace Tierra de Lunas, la visión de reunir a las mujeres.
Maga Angueira
La psique y el alma humana me cautivaron desde joven y fueron el motivo por el que estudié Piscología.
Pero el modelo freudiano de aquella universidad se me hacía demasiado limitado. Este motivo, junto al anhelo de ampliar mis horizontes, me trajeron a España. Quería saber qué había más allá de la zona de confort y seguridad de los ámbitos conocidos. Y anhelaba encontrarme con lo que había en el interior del ser humano que me miraba desde el espejo con 23 años.
El que creía que sería un viaje por fuera, se fue transformando en un viaje por dentro. Lo que en principio iba a ser un año sabático se fue transformando en la segunda mitad de mi vida. La enfermedad y la muerte marcaron un cambio de rumbo importante en mi vida. La muerte me hizo entrar en contacto directo con el dolor de la pérdida y la profundidad de la sombra. Y me llevó a comenzar a prestar atención a la voz de mi corazón.
Entonces descubrí el Yoga Nidra, práctica que me ha enseñado -y me sigue enseñando- a parar, y sentir lo que está más allá de lo visible, y a escuchar lo que pulsa en mi interior. Lo que llamaba enfermedad se convirtió en un faro de luz. Me impulsó a comenzar un camino de sanación personal que me llevó a conocer y compartir junto a mujeres sabias y poderosas. Junto a todas ellas, la visión de reunir a las mujeres fue encontrando inspiración y cauce.
