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Por Olga Hueso.
Querida Mujer
a ti que vienes a un claro de bosque
a encontrarte en otras contigo misma
Gracias,
a ti que te descubres en mí y me descubro en ti…
a ti que llevas entre las piernas y entre las cejas y en el corazón
un nuevo mundo que estamos alumbrando aquí y ahora
Mujer, que has recorrido un largo camino hasta este presente que nos regalamos juntas. Mira ahora a los ojos de tu hermana y reconócete.
Que son nuestras historias la misma, eso he aprendido. Que cuando una mujer sana, sanan todas. Que cuando una mujer baila, el Universo entero danza con ella y si nutre y si ama… Si sólo una mujer ama entonces hay esperanza.
Hay esperanza si estás aquí. Si estamos juntas. Gracias, por ser valiente, por crear y creer a pesar de la vulnerabilidad, por existir, por ser, por amar, por encontrarnos.
Somos, aquí reunidas, recordando, la piedrita que cae en medio de un lago quieto. Somos las ondas expansivas que gestará este encuentro
SOMOS UN VÓRTICE. El centro de un torbellino…
Que gira y esparce. Luz. Amor. Consciencia. Ternura. Risas. Cosquillas. Música.
Gracias. A ti que has caminado dudas a veces y otras veces certezas, que te has enamorado, lo sé, de la vida, a ti que te han ardido los pies desnudos en el desierto y que has sentido el viento fresco de las montañas. Que te regalas un amanecer como este… y yo también y así. Amanecemos juntas. ¿Lo sientes?
Respira este momento porque como todos, es único. Y a la vez se siente crucial, significativo. Es el principio de algo. No sé de qué, pero el inicio. La unión de Cielo y Tierra. Una locura cuerda o una cordura loca: juntarnos en un bosque a amarnos despacio, parece casi anacrónico y sin embargo visionario, el recuerdo de un futuro posible.
Hermana, ¿te imaginas? Que lo peligroso a partir de ahora no sea amar, sino arriesgarse a no haber amado. Que lo doloroso a partir de ahora no sea parir: libros, hijos e hijas, proyectos… sino arriesgarse a no habernos parido, sobre todo a nosotras mismas.
Hermana, mira a tu compañera, mírate y reconocete y dila:
ESTAMOS HACIENDO HISTORIA.
Porque lo estamos haciendo.
Que a partir de hoy, de este momento, elijamos creer que somos libres y que somos amadas y que esa creencia nos haga libres y amadas por encima de todo.
Que a partir de hoy, de este momento, elijamos crear que somos libres y y que somos amadas y que esa creación nos haga libres y amadas por encima de todo.
Somos un vórtice, el centro de un torbellino..En medio de un claro de bosque.
Y hemos venido a nombrar las cosas por su verdadero nombre, hemos venido a abrazarnos con brazos luz y manos de seda, hemos venido a conocernos y reconocernos de nuevo en la otra, a improvisar, a equivocarnos para descubrir que nos aman por lo que somos no por lo que hacemos, a acertar en querernos así, tal cual somos, como ríos, a veces revueltos otras veces mansos, siempre vivos.
estamos vivas
y hemos venido trescientas a ser UNA.
durante tres días
Vamos a danzar.
Vamos a reir.
Vamos a nutrirnos del aroma del abrazo de otra.
piel con piel
Vamos a agitar nuestras faldas a la luna y al Sol,
vamos a soltar y a vaciar nuestras vasijas
para después llenarlas de presentes – presente a presente –
vamos a gozar la vida
vamos a elegir la paz
Son esos nuestros únicos derechos y obligaciones.
que sean tres días que se conviertan en trescientos, tres mil
eternidades
He aprendido que estamos juntas en esto.
He aprendido que nada de lo que creímos es cierto.. que hay que volver a pronunciar el mundo. He aprendido que hoy más que nunca el hombre nos necesita: amándole, amándonos. He aprendido que sangrar no significa estar enferma, sino lo contrario, sangrar ES sin juicio, sin adjetivos. SANGRAR ES SANGRAR. He aprendido que en tres meses nos puede cambiar la vida entera y sin embargo, lo esencial, que es invisible a los ojos, permanece… He aprendido que somos efímeras, y eternas. He aprendido que mi libertad no está completa si no está acompañada por la tuya. A amarme oscura y a oscuras en la sombra de la Duda y también luminosa, bajo la Luz de la Verdad. Y que soy las dos.
He aprendido finalmente a desaprenderlo todo para poder empezar de nuevo.
Junto a ti, hermana. HOY.
He aprendido que las palabras ya no nos alcanzan para explicar esto que nos nace…
ahora sólo sirve la experiencia.
Caminemos los primeros pasos en este claro de bosque…
No sé dónde desemboca este camino, nos iluminará la Luna.
Caigamos en medio del lago quieto
Que lo que vivamos aquí juntas estos tres días se expanda, como ondas. Lejos, profundo, especialmente, hacia dentro.
Que deje huella en nuestros corazones y que después cada latir haga eco.
Que se entere todo el mundo que estos tres días estaremos haciendo historia.
¿PREPARADAS?
Somos el Vórtice de 250 mujeres que alumbra el mundo nuevo.
¿Lo sientes…? Eres tú. Ya estás aquí. Ya has llegado.
Y contigo el mundo nuevo ya está aquí. Ya ha llegado.
Bienvenidas a la primera edición de Tierra de Lunas.
Bienvenidas a casa.
***
Esta carta pertenece al libro “VPH: Vive Por Hoy”, de Olga Hueso, con ilustraciones de Male Ehul.
Un libro de cartas (para sí misma y para otras) en el que Olga se aventuró a preguntarse: “¿Qué significa ser mujer aquí y ahora…?”. Terminó retransmitiendo en directo su propia sanación de una lesión causada por el Virus del Papiloma Humano.
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