[vc_row][vc_column width=’1/4′][/vc_column][vc_column width=’1/2′]El calendario gregoriano nos señala que el próximo 31 de diciembre cerramos un ciclo, un año y un nuevo año y un nuevo ciclo darán comienzo. Tomarnos un momento a las puertas de este umbral del nuevo ciclo para repasar lo sucedido durante este año, nos ayuda a mirar con perspectiva cada pequeño o gran suceso que forman parte del caleidoscopio de nuestra vida y nos permite así mismo darnos un momento para poner en nuestra balanza (la emocional, la energética, la física y la mental), aquello que ha sido beneficioso para nuestro equilibrio integral y tomarnos un momento, una pausa, un espacio de meditación, reflexión y conexión antes de adentrarnos en el nuevo ciclo.
Esta ceremonia te permitirá conectar con los aspectos más positivos del último año, con aquellos que puedes haber vivido como menos positivos, incluso negativos y en el silencio de esta pausa agradecer cada enseñanza recibida a lo largo de este ciclo y reconocer cada capítulo del año como parte fundamental en el trazado mágico de las huellas de tu paso por este mundo. Durante esta ceremonia daremos así mismo las gracias por todo aquello que hemos recibido durante el año que cierra y sembrar las semillas que deseas ver florecer en el nuevo ciclo que comienza.
Puedes realizar la ceremonia el día 31 de diciembre si sabes que vas a poder disponer de tiempo y espacio suficiente para realizarla con la tranquilidad que se merece o puedes realizarla unos días antes, dentro de la misma semana, si sabes que el día 31 no vas a disponer de tiempo y/o espacio suficiente.
Para esta ceremonia necesitarás:
· Disponer de un mínimo de una hora en silencio y tranquilidad. Puedes realizar la ceremonia sola o con otras personas. Lo importante es que todas estén sintonizadas con la intención de la propuesta.
· Tu diario personal u hojas de papel (a ser posible que sean hojas lisas, sin rayas ni cuadrícula, para no limitar ni encasillar tu escritura)
· Bolígrafo
· Una maceta con tierra o un rincón de tu jardín
· Bulbos o semillas que florezcan en primavera
· Una vela
· Un vaso de agua
· Música si deseas (tienes una lista aquí)
Te sugerimos que compres con antelación los bulbos o semillas, así como la maceta y la tierra si las necesitas.
Comienza preparando el espacio:
Prepara el espacio donde vas a realizar la ceremonia de Cierre & Apertura de año, crea un rincón especial teniendo en cuenta los estímulos sensoriales presentes en el ambiente: el perfume del aire (puedes quemar incienso, palo santo, utilizar un quemador de aceite), la luz (puedes hacerlo con plena luz del día o con luz artificial, pero intenta que la iluminación te invite a la introspección), las texturas que estarán en contacto con tu cuerpo (la ropa, los cojines, esterillas o mantas donde te sientes), los sonidos que te envuelven (puedes hacerlo en silencio o con cualquier música agradable que te invite a descansar). Prepara los materiales que necesitarás y deja tu teléfono en silencio o en otra habitación.
Si antes de comenzar te sintieras cansada, desmotivada, muy activa mentalmente o movilizada emocionalmente, te sugerimos que movilices tu energía a través de la danza con cualquier música que te guste bailar o con la primer canción de la lista que hemos creado para esta ceremonia.
Enciende la vela, símbolo de la luz que acompaña este momento y de la luz de tu espíritu que te guía a lo largo de tu vida.
Cierra los ojos y conecta con tu respiración. Toma algunas respiraciones profundas si lo necesitas, exhala por la boca con un suspiro, el sonido de la letra A o bosteza voluntariamente. Luego, sigue el hilo de tu respiración durante un momento. Despierta la chispa de tu sonrisa interior, dejándola que ilumine tu pecho y desde allí, haz que irradie en todas direcciones, llenando todo tu cuerpo con su amorosa presencia.
Ahora, aún con tus ojos cerrados, repasa el último año:
Busca cada suceso que destaque en tu memoria; recapitula para observar tus logros, tus mejores momentos, tus grandes alegrías y satisfacciones y también observa y repasa aquello que te ha causado tristeza, desilusión, estallidos de rabia, en definitiva: repasa las grandes lecciones y aquello que ha sucedido en este año y que te ha permitido avanzar en tu camino.
Cuando sientas que este repaso del último año ha sido suficiente, abre los ojos y escribe una lista de todas aquellas lecciones, satisfacciones, metas conseguidas, vínculos creados o sostenidos, revelaciones, entendimientos, cambios de rumbo , ganancias y pérdidas sucedidos en el último ciclo anual por las cuales das gracias. Tómate tu tiempo.
Cuanto tu lista esté terminada, léela un par de veces y sonríe con gratitud. Puedes escribir al final de esta lista algo relacionado con el cierre del ciclo, cualquier frase que te surja o la que compartimos contigo a continuación:
Con amor y gratitud
por cada experiencia y aprendizaje recibido
me despido de este año y cierro este ciclo
para que nuevas puertas se abran para mi
con el inicio y transcurrir del ciclo
que ahora va a comenzar
Ahora, vuelve a cerrar los ojos:
Tomando consciencia de todo aquello que te propones alcanzar a lo largo del nuevo ciclo que comienza: los sueños que quieres materializar, los proyectos que quieres expandir, los viajes que quieres hacer, los hábitos que quieres dejar o adquirir, las relaciones que deseas nutrir…
Cuando te sientas preparada, escribe una lista con todas estas intenciones para el nuevo año. Léela un par de veces, corrige lo que sea necesario o re-escríbela si lo sientes. Respira profundamente.
Toma en tu mano izquierda una semilla o bulbo:
Cubre la semilla o el bulbo con tu mano derecha y respira sintiendo su presencia y todo el potencial de vida que encierra en su pequeña estructura. Carga energéticamente esta semilla con la primer intención de tu lista para el nuevo año. Imagina a esta semilla germinando, creciendo y floreciendo, llenándose de frutos, a la vez que tu intención crece con ella. Con la luz brillante de tu sonrisa interior iluminando este momento, siembra en tu maceta o en el rincón escogido de tu jardín, esta semilla. Puedes repetir la intención que estás sembrando en voz alta mientras la siembras u otra frase que sientas en este momento. Si lo deseas, puedes sembrarla diciendo en voz alta:
Siembro esta semilla en tierra fértil
para que ésta, mi intención,
crezca en mi enraizada y fuerte
llenando mi vida con su presencia y belleza
(Repites ahora tu intención)
Y dibujando pases mágicos con tu mano izquierda sobre la semilla sembrada, repites:
Que así sea, que así sea y así es.
Haz lo mismo para cada intención de tu lista. Luego, cierra los ojos y quédate en silencio y quietud, contemplando la tarea realizada. Abriendo los ojos nuevamente cuando te sientas preparada, riega tus semillas con el agua de tu vaso, siendo consciente de la magia que desde este mismo momento comenzará a operar, tanto en las semillas como en tu vida.
Con esta agua de vida
riego estas semillas y mis intenciones
para que comiencen a desplegar todas sus posibilidades
de manifestación y existencia
desde este mismo momento
Que todo aquello que deseas sembrar y ver florecer en tu vida
sea para el mayor beneficio de todos los seres, hoy y siempre.
Feliz cierre de ciclo. Feliz nuevo comenzar.
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